Tras varias iniciativas para resolver la crisis del turismo y el patrimonio arquitectónico, las autoridades de Venecia han anunciado que a partir del 16 de enero de 2023 los visitantes tendrán que reservar un turno de visita y pagar una entrada para conocer la histórica ciudad de los canales. El nuevo sistema de venta de entradas, que sería el primero de este tipo en el mundo, espera controlar la crisis de "sobreturismo", un reto que ha estado afectando al ecosistema de la laguna, al desarrollo urbano y a la población local.
El precio de la entrada, que variará entre 3 y 10 euros según la temporada, se aplicará sólo a los visitantes de un día y no a los que pernocten en la ciudad, que ya pagan una tasa turística. El ayuntamiento ha declarado que no habrá límite en el número de visitantes diarios, pero que se incrementará el precio de la entrada cuando se alcance un determinado número de visitantes en un día concreto. Todo el dinero que se obtenga de estas tasas se destinará a los gastos de funcionamiento, mantenimiento, limpieza y otros servicios.
Venecia lleva siglos luchando contra la subida del nivel del agua y las inundaciones, y en 2019 fue testigo de sus peores inundaciones en medio siglo. Venecia logró evitar ser incluida en la lista de sitios del patrimonio de la UNESCO en peligro, debido a su reciente prohibición de los cruceros. En los últimos 7 años, la UNESCO ha considerado añadir la ciudad a la lista de sitios del Patrimonio Mundial en peligro en múltiples ocasiones debido a numerosas complicaciones como el exceso de turismo, la despoblación, el deterioro del ecosistema de la laguna y la mala gestión urbanística.
El año pasado, el gobierno italiano anunció la prohibición permanente de los grandes cruceros en la laguna veneciana. La prohibición entró en vigor el 1 de agosto de 2021, y prohíbe la entrada en la laguna a los barcos que superen los 180 metros de eslora o las 25.000 toneladas de peso, con el fin de preservar los canales históricos, las vías navegables y las plazas públicas de Venecia. Los cruceros venecianos han sido durante mucho tiempo una fuente de controversia, con una campaña en curso dirigida por el grupo de protesta "No Grandi Navi" (No a los grandes barcos) y peticiones de arquitectos y artistas internacionales.
Las autoridades de Venecia también han decidido sustituir el cristal del Ponte della Costituzione de Santiago Calatrava por piedra, después de que "el puente [haya] requerido un mantenimiento constante e imprevisto", según informó el New York Times en 2019. Antes de la decisión se hicieron varios intentos, como utilizar resina y pegatinas antideslizantes, así como colocar señales de prohibido el paso en la superficie de cristal durante el invierno, pero ninguno pareció evitar de forma permanente los accidentes de los peatones. Junto con su acabado, el puente ha sido objeto de controversia, ya que sus costes y plazos de construcción superaron las estimaciones iniciales."
Del 20 de mayo al 26 de noviembre de 2023, Venecia acogerá la 18ª Exposición Internacional de Arquitectura bajo el título de: El Laboratorio del Futuro. Comisariada por Lesley Lokko, el tema y el título de esta edición invitan a "arquitectos y profesionales de un campo ampliado de disciplinas creativas [a] extraer ejemplos de sus prácticas contemporáneas que tracen un camino para que el público lo recorra, imaginando por sí mismo lo que puede deparar el futuro".
Actualización: Tras la publicación de este artículo, Calatrava International LLC declaró a ArchDaily que "En el uso diario del puente, el uso inadecuado de ciertos elementos pesados (principalmente carros de equipaje prohibidos) o incluso actos de vandalismo han provocado la rotura de algunos cristales del pavimento original, que lamentablemente fueron sustituidos posteriormente por cristales inadecuados. En la situación actual, nuestra oficina apoya que el Ayuntamiento sustituya los cristales por losas de pavimento de piedra traquita, en consonancia con el diseño del puente y el paisaje urbano circundante para mantener su belleza y funcionalidad."